El término «freelance» proviene de aquellos personajes de la edad media europea, quienes independizaron sus servicios como guardias o soldados de la realeza de turno con la finalidad de prestar sus servicios a quien pudiera costearlos. Dentro de las definiciones encontradas en el diccionario, este se refiere a una persona que trabaja como escritor, diseñador, actor o cualquier otro que venda sus servicios por hora, día, tarea, etc.
Esta es una tarea que perdura hasta nuestros días y lo observamos cotidianamente en aquellas personas que trabajan sin relación de dependencia, además en economías como la nuestra es necesario conocer y reconsiderar como vemos a este término y sobretodo lo que nos puede aportar.
Según http://www.bls.gov/news.release/empsit.t09.htm las empresas estiman para el 2020 poder contar con base de trabajadores freelance o de tiempo parcial o en otras palabras de tiempo flexible. Esta realidad empieza a ser cada vez más clara si se considera que la empresa puede prescindir de pagos que normalmente los realiza cada mes o cada quincena (como por ejemplo el seguro social) además de uso de espacio físico, ahorro en el consumo de servicios básicos entre otros.
Pero esto no sucederá hasta que quienes tomen la decisión de enrolarse en la aventura de trabajar por cuenta propia, no mejoren su oferta profesional, para que así al momento que una empresa necesite determinado servicios sepa exactamente que apunta hacia quien está mejor preparado.
Ser freelance se trata de conocerse a uno mismo, ses trata también de la oportunidad para lograr una en económica y sobretodo de lograr una mejor calidad de vida trabajando en aquello que estamos más preparados que por lo general termina siendo lo que más nos apasiona.